Idealmente, el voluntario debe tener una persona de contacto en la administración educativa o en la escuela que sea responsable de la mentoría.
El mentor, primero realiza una entrevista inicial durante la cual se aclaran las preguntas básicas. Estas son en su mayoría:
¿Soy adecuado para un puesto honorífico en la escuela?
Los prerrequisitos más importantes son un sentido de atención, paciencia y la voluntad de adaptarse a las circunstancias de la escuela.
Solo tengo unas horas a la semana. ¿Es suficiente?
Sí, ya dos horas por semana son un apoyo importante. Es crucial que el mentor venga de manera confiable y lo acompañe por al menos unos meses.
¿Necesito prerrequisitos didácticos o pedagógicos?
No, porque el voluntario no debe enseñar de forma independiente, sino solo de apoyo.
¿En qué consiste mi trabajo como voluntario?
Como regla general, se trata de acompañar al profesor durante las lecciones, explicar las tareas del profesor y acompañar su finalización, leer en voz alta o ayudar con la tarea.
¿Dónde puedo obtener materiales?
Los materiales son proporcionados por la escuela. No se debe esperar que el mentor organice las lecciones de forma independiente. Otra posibilidad de apoyar a los voluntarios es la organización de rondas de intercambio y consulta u ofrecer capacitación adicional.
En el caso de este último, es posible, por un lado, dejar que los mentores participen en eventos para profesores sobre el tema de la didáctica o la integración de un segundo idioma, y, por otro lado, también es posible ofrecer eventos introductorios específicos sobre la didáctica del segundo idioma para proporcionar una primera visión de los conceptos básicos.
En caso de que el mentor note problemas especiales con el mentorizado, existe la posibilidad de contactar a los consejeros dentro de la escuela o agregar un psicólogo escolar.